JACK la marca registrada por La Delicia Felipe Fort S.A. (Fel-Fort), es un riquísimo chocolatín, con extraño diseño, que trae una sorpresa de regalo cuando quitas el papel celofán que lo envuelve.
Esta famosa golosina, que hoy hace coleccionar figuras de Cartoon Network a los niños argentinos, comenzó su larga carrera allá por el año 1962.
Cohetes, autitos y animalitos fueron los juguetes que ofrecía en su primera época, tratando de imponerse tímidamente en el gusto de los infantes. Antes de que comenzaran las famosas colecciones, que cada año cambiaban en las "publicidades catálogo" de la revista Anteojito, existió un período de prueba con otro tipo de muñequito" y de material".
En 1967, se presentó una colección de jugadores de fútbol, en "plástico quebradizo" y cuyo tamaño era la mitad de los finalmente conocidos.
Al año siguiente se intentó realizar las mini esculturas en "goma", pero rápidamente fue cambiado por un "plástico blando, irrompible. Estas colecciones, que contenían animalitos y la serle de Hijitus, se convirtieron de la noche a la mañana en las favoritas de los niños y le permitió a la marca quedarse instalada para siempre como parte de la infancia Argentina.
En 1970, se modificó por última vez el tipo de textura de las sorpresas, siendo el "plástico duro" el material que persistió hasta nuestros días permitiendo que las piezas, pintadas a mano por familias argentinas, no perdieran su color. Su altura aproximada: 3,5 cm. Además de la "publicidad catálogo", también se publicaba en la revista Anteojito un póster central para posar los muñecos sobre una especie de maqueta con paisajes o juegos al estilo de "La Oca".
Estas láminas se podían retirar sin cargo por Gascón 349, la misma dirección que hoy sigue manteniendo la famosa fábrica de golosinas.
Año tras año las colecciones traían mayor número de sorpresas y quizás su principal atractivo consistía en que estaban basadas en figuras nacionales: personajes de televisión, Titanes en el Ring, creaciones de García Ferré o personajes de Dante Quinterno.
Todo cambió a partir de 1979, ya que en los sucesivos años los personajes animados extranjeros superaron en cantidad a los nacionales.
En 1983 se lanzó otra colección importante (Superhéroes) de estos muñecos que poco a poco fueron perdiendo protagonismo, tal vez porque los niños que las seguían desde sus comienzos ya no eran tan niños. Pero no sólo el cambio de generación puso fin al éxito del Chocolatín Jack, sino que las mismas sorpresas dejaron de ser importantes o atractivas. En la década del '90, se cambiaron las miniaturas por otras sin la calidad a las que nos tenía acostumbrados este producto: figuras planas de payasos y animales, lápidas plásticas con fotos de jugadores de fútbol, autitos y animalitos con ruedas y personajes importados de China, sin ningún interés coleccionable.
Pero cuando todo parecía perdido para los fieles consumidores, en 1997 el Chocolatín Jack con sorpresa renació con un nuevo logo y una esperada colección igual a las de antes: mezclados con animalitos importados de oriente aparecían, los Tiny Toon de Steven Spielberg. Esta serie de 20 personajes tenía la calidad de las viejas sorpresas y se convirtió en un excelente retorno que el producto merecía, agregando un nuevo sabor: el chocolate blanco. A fines de la década pasada el Jack se convirtió en huevo para competir con un producto foráneo similar. Dentro de una cajita de cartón, además del chocolate (ahora ovalado) podes encontrar figuritas para pegar en un álbum, muñecos de angelitos y una colección de Animaniacs con el tamaño y la calidad de los primitivos Jacks.
En el 2000 conviven el Huevo Jack, cuya sorpresa es un muñeco de goma de mayor tamaño y el viejo Chocolatín Jack con la nueva colección de los personajes de Cartoon Network. Llegando a nuestra era, ahora se puede encontrar los personajes de Los Simpsons, tanto en el chocolatín como en el huevo y la vigencia, que ya tiene más de 40 años, sigue fanatizando a niños y otros que no lo son tanto.